lunes, 20 de febrero de 2012

Niños, un regalo de Dios

Ser cristiano y ser padre de un hermoso niño me ha hecho reflexionar sobre el valor de la vida, el regalo de Dios que debería ser el regalo más preciado para todos nosotros.

Dios nos regala a los niños para que disfrutemos de ellos, como lo hacían nuestros padres  con nosotros, y nuestros abuelos con ellos, pero esto no debe quedar allí, también debemos cuidarlos para que sean educados en valores para llegar a ser unos ciudadanos comprometidos con su país y con el mundo, lograr ese mundo azul que todos ansiamos, teniendo siempre en cuenta el apoyo de Dios.

Este post lo escribo especialmente para tomar conciencia de ese potencial divino que tienen los niños, para tomar conciencia de amor que Dios nos regala en cada uno de ellos. Los niños deberían de ser nuestra principal fuente de alegría y nuestro tesoro más preciado, ya que dependen de nosotros para crecer y ser grandes personas.


Los niños son el presente de hoy y el futuro del mañana, y de eso depende el mundo en el que viven hoy. Es triste saber que hasta hoy existen personas que lo ven como una opción y no como una vida (aborto), otros que por inconsciencia o ignorancia los traen al mundo sin nada para tenerlos en la deriva, sin educación, sin amor y sin valores cristianos, sin alimentarlos o simplemente para explotarlos como si no sirvieran de nada, como si no valieran nada.


Desde Un Mundo Azul lo que quiero es, hacer llegar a todo el mundo mi deseo de cambiar este mundo por uno mejor para todos nosotros y el futuro de nuestros niños.  Debemos de ser uno con ellos para lograr eso, y erradicar esa conciencia asesina de algunas personas y esa crueldad en otras. Y recuperemos nuevamente la que debe ser la mejor empresa de todas “LA FAMILIA”  del cual salgan a la sociedad, como productos –por llamarlos de una manera- personas humanas con valores y principios bien arraigados para el bien común de todos.

Extiende un lazo fuerte con Un Mundo Azul y al terminar de leer este post recapacita sobre la idea que te presento hoy, ama y valora a ese niño que tengas cerca de ti, y si es posible demuéstraselo con tu actitud, con tu ejemplo de joven o adulto, dale un beso en la frente y comparte este post con las personas que piensan igual y porque no, también con las que crees que lo necesitan para cambiar en ellos su forma de pensar o por lo menos hacerlos reflexionar un poco. Haz extenso mi deseo y TU deseo de lograr un mundo mejor  a todas las personas.

Frases para recordar…

“Dame los primeros siete años de vida de un niño y te diré lo que será el hombre del mañana.”

“La sonrisa de un niño es la pureza de Dios.”

“Los niños son el reflejo de la bondad olvidada de los adultos.”

“El futuro de los niños depende del mundo en el que vivan.”


No olviden dejar sus comentarios y marcar sus reacciones al final de cada post. Si les gustó este post, tampoco olviden en suscribirse o sé parte de este mundo en Facebook. =)


Y recuerden siempre… La Vida te ofrece una gama de colores… Elige tú un color y tiñe tu mundo de FELICIDAD.

Jesús =)

sábado, 4 de febrero de 2012

El Bambú Japonés

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se impacienta frente a la semilla sembrada, halándola con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: ¡Crece, por favor!
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad,
no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡mas de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad,
este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces
que le permitirían sostener el crecimiento, que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana,
muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.

De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones
estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.

Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que "en tanto no bajemos los brazos" ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo, dentro nuestro…
Estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente
creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito
cuando éste al fin se materialice.

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes...
quizá sólo estés echando raíces...


Autor desconocido


No olviden dejar sus comentarios y marcar sus reacciones al final de cada post. Si les gustó este post, tampoco olviden en suscribirse o sé parte de este mundo en Facebook. =)


Y recuerden siempre… La Vida te ofrece una gama de colores… Elige tú un color y tiñe tu mundo de FELICIDAD.